Probamos el teclado G PRO X TKL y el mouse Pro X Superlight 2 de Logitech: los periféricos gamers que encajan más allá de los juegos

El gaming es un mercado gigantesco y Logitech lo sabe, es por ello que no se detienen en seguir lanzando dispositivos y ahora es el turno de contarles de un par, el teclado TKL Logitech G Pro X y el mouse G Pro X Superlight 2.

Dos equipos que se complementan perfecto para jugar, pero también se adaptan a una rutina más tranquila, alejándose de esos diseños tan llamativos de hace tiempo, para apostar por algo más discreto.

PRO X TKL y PRO X SUPERLIGHT 2, características técnicas

Una experiencia premium

Más allá de los materiales de construcción o experiencia de uso, iniciamos con las primeras sensaciones, donde el teclado destaca en todos los aspectos. Al sacarlo de la caja nos encontramos con una funda rígida para transportarlo de manera cómoda. El teclado viene cubierto con un papel que nos da sensación de un producto especial.

La versión que probamos viene en color blanco, con un aspecto elegante. Destacamos que incluye una placa de metal que se coloca como intermediario de las teclas y la estructura, más allá del uso, estamos ante un dispositivo muy atractivo a la vista.

En la parte inferior, tenemos una estructura de plástico con su espacio exclusivo para guardar el adaptador inalámbrico. Cuenta con patas laterales para colocarlo en posición de 4 y 8 grados únicamente.

Los interruptores son GX Brown táctiles, muy cómodos para los que no están familiarizados con este tipo de sensaciones. Elemento que aquellos que no lo contemplen exclusivamente para jugar lo pueden agradecer.

Para las teclas, su fabricación es en PBT y toda la serigrafía se colocó como una transparencia del material. Eso significa que no se van a borrar, el único problema de la decisión es que se recomienda tener encendida la retroiluminación para poder distinguirlas correctamente.

Logitech como apuesta segura

En el caso del Logitech G PRO X Superlight 2, tenemos un mouse inalámbrico que sorprenderá a muchos con su peso de 60 gramos. Cuando uno prueba periféricos tan ligeros, ya no quiere dar vuelta atrás.

En apariencia, podría parecer un mouse hasta “básico”, su diseño simétrico con solo dos botones extras en el lateral izquierdo, ideal para aquellos que sean diestros. Estos interruptores son híbridos y prometen mezclar la velocidad con la precisión, si seleccionamos modo óptico su batería se reducirá en comparación al híbrido que incluye ahorro de energía.

Más allá del gaming, no tendrán problemas de adaptación, además de ser tan cómodo que podemos utilizarlo por sesiones muy largas sin problemas. Toda su magia ocurre en el interior, con la capacidad de tener una sensibilidad de 32,000 dpi o una aceleración de >40 G.

Para la precisión se puede regular desde los 100 dpi. Tiene tolerancia de elevación ajustable para que reconozca que despegamos el mouse de la superficie y no siga avanzando.

Sin cables y sin problemas

En el caso del teclado podemos optar por el Bluetooth para funciones básicas, pero si queremos jugar es necesario conectar el adaptador USB y hacer uso de su tecnología Lightspeed que promete poca latencia, pero existe otra opción para los “puristas”, conectarlo a la PC por medio de su cable USB-C.

Por medio de la app Logitech G Hub podremos hacer muchos ajustes, como modificar la iluminación del teclado, personalizar su modo de juego y hasta el bloqueo del mismo como una de sus novedades. También podemos modificar los controles multimedia y su rodillo de volumen que es muy grande, colocado en la parte superior de la derecha, creemos que este se podía reducir el tamaño sin problemas.

En el caso del mouse no tendremos muchas novedades, con los perfiles de juego, los botones exclusivos y colores como modificaciones iniciales.

Esto se complementa con su espectacular batería, en el caso del teclado ofrece hasta 50 horas de autonomía, pero si queremos jugar conectado al cable, siempre se estará cargando el teclado. No debemos preocuparnos en este aspecto.

Con el ratón casi se duplica la cantidad de horas, llegando a las 95 de autonomía. Aquí podemos optar por la carga inalámbrica, pero en general no sufriremos para jugar con o sin cable.

Un detalle que no debemos olvidar es su precio, no estamos ante dispositivos baratos. El teclado vale 4,199 pesos en su precio recomendado, mientras el ratón 3,499 pesos, navegando por internet los hemos encontrado en precios mucho menores y lo hacen mucho más atractivo para los que puedan pagarlo.

Lo que más nos gusta del teclado G PRO X TKL Lightspeed y el mouse Superlight 2 de Logitech es que ven más allá de su mercado, convirtiéndose en opciones atractivas para el que no busque jugar, pero sí quiera un periférico con buenos materiales de fabricación y una batería que nos dará tranquilidad para lograr la semana sin problemas.

Es una gran manera de refrescar la baraja de opciones, donde puedes "romper el molde" de los diseños gamer de los últimos años, para tener una alternativa más elegante, con materiales de fabricación que la mayoría podría envidiar.